martes, 14 de octubre de 2014

Ars Poetica.

-¡Explosión mental,
explosión nuclear! -
me dijo el genio maldito.
-Anda imbécil, toma tu pluma.
Yo sé que quieres retomar el arte-
me obsequió una cajetilla.
-¡Anda, cabrón!-
me empujó al abismo.
[...]
-La vigilia es tu ungüento y lo sabes-
gritó.
-Una mañana caerás rendido en el
adoquín del centro de tu pueblo anhelado-
sentenció.
-Una mañana, no hoy, ni mañana.
Una mañana caerás-
rió.
-Buscarás el camino de regreso
y lo que encontrarás será tu perdición-
sentenció.
[...]
-¡Pero vamos, queridísimo poeta!
Anda, sigue destruyéndote pensando en una
inmortalidad que te llevará al completo aislamiento-
lloró.
[...]
-¡Maldito lobo estepario!.
gruñó.
[...]
Un negro estallido en mitad de la calle
me despertó.
Me levanté del adoquín del centro del pueblo anhelado
y regresé a mi hogar.
-¿Qué sucederá?-
preguntó la Luna.